El frente arquitectónico y constructivo

El sistema #ATRI propone una metodología arquitectónica coherente con el resto de dimensiones del proyecto.
#ATRI puede trabajar con tipos de emplazamientos diversos y diferentes sistemas constructivos, pero siempre con unas condiciones, como son:

Observamos que el sector de la construcción arrastra de forma inercial prácticas y técnicas más propias de tiempos pasados que de la actualidad. Tampoco es muy sorprendente, dado el arraigo en el imaginario colectivo que tiende a asociar la calidad con la masividad constructiva y la longevidad. En plena era de la fibra de carbono y la computación cuántica, como sociedad continuamos creyendo que un edificio, especialmente si es destinado a vivienda, tendría que ser hecho con hormigón o ladrillo, y permanecer inalterado por generaciones.

Dejarnos traer por este prejuicio cultural, además de cuestiones de precio, complejidad, rigidez y plazos temporales, implica la asunción de que el destino final de la vivienda sea la demolición (o la rehabilitación integral que es casi el mismo),lo que implica, en el mejor de los casos, un importante derroche de recursos.

Cuando en el siglo XXI tratamos con una ciudad ya construida, pero con graves problemas estructurales, necesariamente tendremos que hacerlo con nuevas herramientas, más tácticamente quirúrgicas y económicamente circulares, que se adapten al contexto social, ecológico y económico usando los adelantos tecnológicos a nuestro alcance. En materia de aplicación de criterios ecológicos a la arquitectura, la administración pública tiene la oportunidad, como promotor singular, de liderar el panorama de la innovación e impulsar nuevas y más responsables tendencias en la industria.

Cuando, más específicamente, sufrimos de una emergencia habitacional y de desplazamiento poblacional que amenaza irreversibilidad, que requiere acción inmediata, es lógico que procuramos, abriendo la imaginación, las soluciones más eficientes en todos los aspectos, incluido el temporal.

Estas soluciones tienen que incorporar a las personas usuarias en el centro de la propuesta, como un activo irrenunciable, sin el cual todo ello pierde el sentido.
La arquitectura de #ATRI, por lo tanto, tiene que ser inclusiva, ligera, reversible, ecológica, económica, rápida, flexible y replicable.

#ATRI propone un proceso de ecológica y socialmente responsable, empezando por la participación activa -en la medida posible- de los agentes implicados en diferentes momentos del proceso de generación del techo habitacional, y un protocolo constructivo compuesto de cuatro momentos:
 

- La preparación del apoyo y de conexiones a servicios

- La industrialización modular con criterios ecológicos (etapa negra)

- La puesta en obra (etapa gris)

- El bricolaje asistido (etapa blanca)